Un Cerdito Asustadizo
Érase una vez un lindo cerdito, el cual era muy pero muy asustadizo.
Cada vez que llegaba la hora de dormir, imploraba a su madre
que le permitiera dormir con la luz encendida.
Pero siempre su madre le respondía que no, pues eso seria un
desperdicio de energía.
Pero el pequeño cerdito no aceptaba ese tipo de negación, y
por eso le pedía nuevamente, pero esta vez, le pedía que le permitiera dormir
con ella y el papá, porque los fantasmas lo vendrían a molestar si estaba solo
y con la luz apagada.
Pero, nuevamente su mamá le negaba la petición, porque para
ella era muy necesario que él aprendiera a dormir solito, al igual que ella y el papá de pequeños. Además le
explicaba que los fantasmas y ese tipo de monstruos solo habitaban en su imaginación
y que ninguno vendría a molestarlo.
Una noche, el pequeño cerdito despertó y vio como una sombra
muy grande se reflejaba en su pared, de seguro era un monstruo gigantesco que
venía por él. Temblando de miedo, el cerdito recordó las palabras que su madre
le había dicho: “Los monstruos y fantasmas solo viven en tu imaginación”.
Entonces, por primera vez, tomó valor y decidió enfrentar su miedo.
Muy valiente, se levantó y caminó hacia el lugar de donde
provenía la enorme sombra de aquel monstruo. Al llegar allí, para su sorpresa,
descubrió que no era más que la sombra de un pequeño pajarito que volaba fuera
de la ventada y con sus alas causaba el reflejo en la luz. Esa noche, el
cerdito venció su miedo y durmió tranquilo y feliz en su habitación, sin luces encendidas.
Fin.
Moraleja: “La mejor manera de vencer tus miedos es enfrentarlos.
Tú eres más poderoso que ellos”.
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