lunes, 15 de octubre de 2012

Un Cerdito Asustadizo


Un Cerdito Asustadizo
Anónimo

         Érase una vez un lindo  cerdito, el cual era muy pero muy asustadizo.

Cada vez que llegaba la hora de dormir, imploraba a su madre que le permitiera dormir con la luz encendida.

Pero siempre su madre le respondía que no, pues eso seria un desperdicio de energía.

Pero el pequeño cerdito no aceptaba ese tipo de negación, y por eso le pedía nuevamente, pero esta vez, le pedía que le permitiera dormir con ella y el papá, porque los fantasmas lo vendrían a molestar si estaba solo y con la luz apagada.

Pero, nuevamente su mamá le negaba la petición, porque para ella era muy necesario que él aprendiera a dormir solito, al igual que  ella y el papá de pequeños. Además le explicaba que los fantasmas y ese tipo de monstruos solo habitaban en su imaginación y que ninguno vendría a molestarlo.

Una noche, el pequeño cerdito despertó y vio como una sombra muy grande se reflejaba en su pared, de seguro era un monstruo gigantesco que venía por él. Temblando de miedo, el cerdito recordó las palabras que su madre le había dicho: “Los monstruos y fantasmas solo viven en tu imaginación”. Entonces, por primera vez, tomó valor y decidió enfrentar su miedo.

Muy valiente, se levantó y caminó hacia el lugar de donde provenía la enorme sombra de aquel monstruo. Al llegar allí, para su sorpresa, descubrió que no era más que la sombra de un pequeño pajarito que volaba fuera de la ventada y con sus alas causaba el reflejo en la luz. Esa noche, el cerdito venció su miedo y durmió tranquilo y feliz en su habitación, sin luces encendidas.

Fin.

Moraleja: “La mejor manera de vencer tus miedos es enfrentarlos. Tú eres más poderoso que ellos”.

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