jueves, 26 de mayo de 2011

La Pequeña Vendedora de Fosforos

La Pequeña Vendedora de Fosforos
(Hans Ch. Andersen)

  
Era la noche de San Silvestre, víspera de año nuevo, y la nieve no daba tregua a la ciudad de Willedgeg, los copos eran colosales y en cada tejado y acera la montaña blanca se presentaba para quien pudiera ver.
   A lo lejos, entre la multitud una pequeña silueta se podía apreciar, moviéndose lo mas veloz que podía, una pequeña niña hacia el mayor esfuerzo por vender las cajas de fosforo que traia. Solo traía encima un viejo chaleco que pertenecía a su difunta abuela y unos zapatos de su madre, que no le calzaban del todo.

 Presurosa corrió por la calle y uno de los zapatos se le escapo del pie siendo arrollado por el negro corcel de un carruaje, el otro zapato lo perdió también, ya que un pequeño bribón le engaño diciéndole: "Yo lo cuidare, para que cuando tenga un hijo pueda ofrecerle una cuna". Sin importarle el andar descalza, la niña continuo su labor, ofreciendo a cada persona que se acercara su mercancía.

Al pasar las horas  comenzó a sentir hambre, pero temía regresar a casa a comer, ya que si su padre veía que nada había vendido, la reprendería con golpe y sin alimento, pensado esto, decidió continuar con el anhelo de vender aunque fuera una de las cajas que llevaba, y así comprar algo para satisfacer su hambre.

 Tras horas de caminar descalza, con hambre y frío, llego a un callejón que al menos le proporcionaba la lejanía de la terrible ventisca. Acomodándose en el manto blanco del suelo, intento como pudo calentar sus pies, aunque era inútil continuo hasta quedar con las manos tan doloridas como sus otras extremidades. Más no pudo evitar tener en cuenta que aquellos fósforos le podrían calentar, decidió tomar uno y probar su suerte. Tras encenderlo el calor llego hasta ella pero fue leve ya que pronto se consumió, sin resistirlo encendió otro y en esta ocasión el fuego calentó la pared y se volvió transparente pero no duro ya que también se consumió, la niña encendió el tercero, en esta ocasión pudo ver en interior de la casa de junto, una mesa blanca adornada con platos y copas, un pavo en centro y un candelabro junto él. Consumiéndose el tercer fósforo, la niña desespero y encendió todos los que tenia, produciéndose una llama enorme que le enseño un árbol de navidad con bellos adornos y figuras que le sonreían, sin poder dejar de mirarlo y comenzando a consumirse la llama, la niña siguió con la mirada hasta el cielo a la ultima flama, le pareció que no había acabado por que una luz callo desde el alto cielo, pensó que era un alma que viajaba hacia Dios, como tantas veces se lo había dicho su querida abuela, la luz era una estrella que se dirigía hacia donde ella estaba, cuando ya estaba cerca de ella la estrella cambio de forma y vio frente a sus ojos a su abuela ahora diferente de expresión, se le veía feliz, mas alta y con un gran farol que iluminaba todo el callejón.


La niña pregunto: ¿que haces aquí abuela?, a lo que esta  respondió, Dios me ha enviado y pedido que venga a invitarte a celebrar las festividades con nosotros. Escuchando esto la niña se inclino hacia adelante y tomándole la mano a su querida familiar, cerró los ojos y sintió como volaba por el cielo.

Al día siguiente, los pobladores encontraron el cuerpo congelado de la niña, diciendo entre ello: "Pobre a muerto congelada", "si tan solo supiéramos quienes son sus padres". Ignorando siempre que esta pequeña niña pudo ver las visiones más hermosas que nadie había visto antes y que en este momento celebraba el año nuevo, con Dios y su abuela, en un lugar en dónde no existía ni el hambre, ni el frío, ni la muerte.

*Esta segunda historia, esta dedicada a los niños martires de la sociedad actual, los cuales se ven envueltos en situaciones y adquiren un rol que no les pertenece. Solo para no ser castigados, y para satisfacer los inmundos habitos de sus padres.



                                                             Patricio L. Ortega O.
                                                           Jueves 26 de Mayo de 2011
                                                 

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