Caperucita Roja & El Lobo
(Charles Perrault)
A la orilla del río habia una casa de madera muy bella por lo demas, en que moraban una mujer con su hija de doce años, a la cual todos le llamaban Caperucita, debio a que desde muy pequeña siempre uso esa capucha color carmin que tan bien le sentaba
Como la madre de caperucita pasaba la mayor parte de su tiempo remendando y lavando la ropa de los pueblerinos que le encargaban dichas tareas, no podia darse ni el gusto de visitar a su anciana madre al otro lado del bosque. Por este motivo decidio enviar a la niña a dejarle a su abuela una cesta con manjares de toda clase, que de seguro le servirian mucho a la anciana.
La niña se disponia a partir cuando su madre le dijo; No converses con extraños, con ninguno, por muy tierno o suave que se vea. Luego de escucra esto la niña partio rumbo la lejana casa, paso entre enorme arboles apilados unos junto a otros, sobre bellos pastisales y hasta e detubo a cortar flores blancas que salian desde la orilla del rio, en ese preciso momento escucho unas pizadas y asustada miro hasia a tras, lo que vio, fue un lobo gris de aspecto amable, esto ultimo fue lo que la tranquilizo un poco, pero no lo perdia de vista por un minuto creyendo que queria robar la cesta.
El lobo se acerco y pregunto; ¿Hacia donde te dirijes bella pequeña?, a lo que la niña respondio; Lo siento pero no debo hablar con extraños. Unos segundo pasaron hasta que el lobo dijo nuevamente; y ¿como has llegado hasta aqui, entonces?, creyendo que ya no le interrogaria si contestaba, la niña hablo y dijo esto; atravese los bosques y el pastizal. ¡A que bien! dijo el lobo, y luego pregunto; ¿y para que bienes hasta aqui?, sin darse cuenta caperucita respondio, Vengo por que mi madre me ha pedido visitar a mi abuelita.
Sabiendo esto el Lobo quiso jugar con el destino de la niña y le dijo, yo tambien se donde vive tu abuela, hagamos una carrera, tu te vas por un camino y yo por el otro, quien llegue primero gana la cesta, pero solo es un juego. Como le dijo que solo era juego caperucita acepto, sin saber que el lobo tomaraia el camino mas corto. La carrera inicio al cabo de 5 minutos el Lobo llego a la cabaña, toco a la puerta y una voz pregunto; ¿Quien viene a mi casa?, como respuesta el lobo dijo, Soy yo abuelita, te he traido una cesta con manjares, he cruzado los bosques y pastizales. La abuela escucho esto y dijo; Gira la trampilla y puja hasia dentro, El lobo lo hizo y al entran vio a la anciana acostada, esta no tubo tiempo de huir o gritar siquiera, ya que el malvado lobo se abalanzo sobre ella y se la comio.
No paso mucho cuando a la puerta tocaron otra vez, esta ocasion era caperucita, que aun creia que el lobo habia perdido. Toco fuere y una voz pregunto, ¿Quien viene a mi casa?, la niñarespondio; Soy yo abuelita, tu nieta caperucita, te he traido una cesta con manjares y he cruzados los bosque y pastizales. El Lobo-Abuela dijo; Puja la trampilla y gira hasia dentro. La niña lo hizo, y prontamente estubo a detro de la cabaña, se extraño ver a su abuela tan grande y gorda, y por la duda preunto; ¿estas enferma abuelita?, y la respuesta fue; claro que no solo he comido de más mi nietecita, ven acuestate con tu abuel y cuentame una historia.
La niña avanzo, y se desvistio para acostarse con la anciana, cuando lo hizo, pudo sentir el aroma del sudor, como si la anciana hubiera corrido, y tambien pregunto; abuelita ¿que orejas tan grandes tienes?, son para oirte mejor , repondia el lobo. y ¿que nariz tan grande tienes? , son para oler mejor los manjares, y ¿que manos tan grandes tienes?, son para acariciarte mejor... pero abuelita dime, ¿por que tienes tan grande la boca?... y el lobo dijo ¡Es para comerte mejor!. Dijo esto y luego se trago de una sola vez a la niña, a la que nadie pudo ayudar, ya que no estaba su abuela, su madre ni su obediencia.
* Esta es la historia número cinco en el blog que me he propuesto continuar, esta historia no le quedaría mejor a nadie más que no fuera a mi mismo, ya que en los ultimos dias he hecho lo que no he debido y si he hecho lo que hasta entonces me habia propuesto no haser.
Patricio L. Ortega O.
Martes 31 de Mayo de 2011
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