La Pequeña jirafa
Anónimo
Érase una vez una jirafa llamada Cleo que era conocida por
ser la jirafa más pequeña que jámas haya existido. Todos se burlaban de la
pobre Cleo porque no tenía el cuello tan largo como las demás.
-¡Es Injusto! – vivía protestando Cleo – ¿ por qué me tiene
que pasar esto a mí?, ¿Por qué no crezco como mis compañeras?
La madre de Cleo, cansada de escuchar sus quejas, le dijo:
-
No deberías preocuparte, todas fuimos bajitas en
algún momento. Pronto crecerás.
-
Deberías aprovechar este momento y disfrutar de
los beneficios de tu estatura.
-
No creo que ser baja tenga algún beneficio –
Dijo Cleo, incrédula.
-
Por supuesto que los tiene – dijo su madre – piénsalo
bien.
Cleo pensó y pensó, pero no se le ocurrió nada.
-En los días de mucho sol – argumentó la mamá jirafa – las hojas
de los árboles todavía te dan sombra mientras que a tus amigas altas, no.
“tal vez mi madre tenga razón”, pensó Cleo y comenzó a
sacarle provecho a su pequeña estatura.
Durante los siguientes días, disfrutó de la sombra de los
árboles y comió las hojas que sus compañeras dejaban por estar demasiado bajas.
Al demostrar que era feliz con su altura, los demás dejaron de verla como un
defecto.
Fin.
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