Aldo, el elefante tramposo
Anónimo
Había una vez un elefante llamado Aldo que todos conocían
por ser muy pero muy tramposo.
Un día, fueron llamados todos los animales de la selva para
participar en la gran competencia de talentos, en la cual ganaría el animal con
más aptitudes del lugar.
Se presentaron miles de animales, y cada uno demostró su
talento delante de un prestigioso jurado. El mono Miguel tenía preparadas unas
piruetas en las que pasaría de rama en rama por varios árboles.
Pero Aldo quería ganar a cualquier precio, entonces cortó
una de las ramas para que Miguel se cayera al piso y quedara descalificado.
Claudia, por ser conocida como la rana más saltarina del
lugar, tenía pensado hacer una gran demostración de salto alto. Cuando comenzó,
Aldo sopló fuerte y, con viento en contra, la rana no pudo pegar el salto tal
como para impactar al jurado. Entonces, quedó descalificada.
Cuando llego el turno de Aldo, un ratoncito que había
presenciado todas las trampas que el elefante había hecho, se paró frente a él
sin decir una palabra.
Aldo, como todos los de su especie, le tenía pavor a los
ratoncitos; y ante su presencia, quedó paralizado, sin poder hacer nada.
-Si no hubieras hecho trampa, yo no estaría aquí – aclaró el
ratoncito justiciero.
Moraleja; “Los tramposos
siempre terminan perdiendo”
Imagen tomade de: http://salvaralosanimales.wordpress.com
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