martes, 4 de septiembre de 2012

Antonieta Marraqueta


Antonieta Marraqueta
Patuziin

“La siguiente historia cuenta la corta vida de una marraquetita presumida.”

Juan Carrillo era un panadero muy famoso, porque cocinaba los más deliciosos pasteles y las piezas de pan mas deleitables, era tanto así, que la reina de Inglaterra, mandaba en un avión a su consejero personal para que le llevara deliciosos panes.

Así fue como un día, cuando Juan el panadero terminaba de hornear el último pedido del día, recibió una llamada, era la presidenta de Argentina, que solicitaba 100 kilos de pan y 400 pasteles para la próxima semana. Juan muy contento pero preocupado al mismo tiempo, le pidió ayuda a su primo José, quien también es panadero. Mientras que Juan preparaba el pedido para la presidenta, José se encargaba de amasar y hornear los pedidos de la panadería, los cuales eran recogidos todos los días por los clientes.

El siguiente día, cuando José entregaba el pedido de la señora Lucia, se vio tentado a quitarle una pieza de pan,, la cual era muy hermosa, por su color, aroma y textura. Era la marraqueta más perfecta que jamás hubiera cocinado antes, y sacándola se la intercambio por otra que no tenía nada en particular. En la noche cuando José y Juan se marcharon a sus casas, los pasteles y panes que quedaban en la panadería salieron a conversar de lo maravilloso que sería que los compraran para deleitar a las personas, en especial a los niños. Yoyo “el pie de limón” le decía a Cris “el strudell de manzana”, ¿te fijaste que el panadero nuevo, no quiso vender una marraqueta del pedido?, No (respondió Cris). Muchos pasteles hablaban de lo mismo y ninguno sabía el porqué de esa acción. Curiosos muchos se acercaron a Antonieta “la marraqueta”, y le preguntaron ¿estas vencida, dura o añeja?... Nada de eso pasteles – respondió enojada Antonieta – acaso no ven mi belleza y textura, soy magnifica, por eso mi creador me ha escogido, solo me venderán a alguien que lo valga.

Pero, a nosotros nos cocinan para vendernos y hacer felices a las personas, ¿Por qué tú eres especial? – dijo Yoyo “el pie de limón”

Porqué soy la mejor marraqueta – contesto Antonieta -  y no dijo nada más

Al otro día, cuando los clientes llegaron a comprar, el panadero José hizo nuevamente lo mismo, quito a Antonieta del canasto y la dejo junto al sector de huevos.

En la noche, los pasteles nuevamente salieron a pasear y sorprendidos, encontraron a Antonieta aun en la panadería. Ella muy burlona les dijo – lo ven, me creen ahora cuando les digo que no soy para cualquiera, soy la creación más especial de todas.

Serafín “el brownie” le contestó – yo creo que deberías dejarte vender, y hacer feliz a algún niño, porque si no te pondrás añeja y nadie te llevara.

¡Tonterías! A mi no me pasara nada de eso, ¿Qué sabes tu?, solo eres un queque cubierto de nueces.

Al siguiente día, José la volvió a quitar del cesto y el siguiente y el siguiente. Cuando se cumplió el sexto día, Antonieta ya no tenía el mismo aroma, ni la misma textura, pero si el mismo color y José, pensó, que aunque no se vendiera, no la echaría a la basura, porque quería que su primo Juan la viera. Esa noche, Antonieta alardeo como nunca enfrente de los antiguos pasteles y de los mas resientes, de lo mucho que ella le importaba a su creador, y que a demás conocería al dueño de la pastelería en persona. Porque ella solo estaba para ocasiones y personas importantes, y que era muy posible, que la reina la escogiera.

Cuando termino por fin la semana, Juan el panadero entrego el pedido monumental que la presidenta la había encargado. Cuando regreso a su panadería, lo primero que vio en el aparador, fue a la añeja marraqueta, sin gracia ni belleza, la tomo y su asombro fue tal que no disimuló su espanto, estaba realmente dura, lo único destacable era su color, pero por más bello que fuera el color, ninguno de sus clientes merecía la desdicha de comer tal piedra.

Fue en ese momento cuando Antonieta sin entender nada cayó en el sesto de la basura, frente a todos esos “insignificantes” pasteles que aun esperaban ansiosos ser felizmente degustados.

Moraleja: “cuando crees ser mejor que los demás, olvidas tus propósitos de felicidad”

* este es el segundo cuento de mi nueva colección llamada "Nuevo Inicio" , el primero fué "EL FIN DEL MUNDO" , y esta publicado en el mes de agosto.

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