sábado, 8 de septiembre de 2012

Insatisfecho


Insatisfecho
Patricio Ortega O.
Ilustración, César P. T.

       La fiesta en Rio de Janeiro estaba finalizando y junto ella los bailarines de la caravana inicial se marchaban fatigados. Pedro el líder de la caravana propuso ir a una cantina a celebrar la buena vibra que vivieron en la festividad.

Todos muy contentos e intentando hacer a un lado el cansancio partieron a la cantina “muito bela” que se encontraba muy cerca de ahí.

Mesa para seis pidió pedro al mesero mas cercano, y este a su ves los guio hasta una mesa redonda cerca de la ventana principal.

Pasaron tres cuartos de hora desde que los festejantes habían llegado a la cantina cuando de pronto un quejido llego desde la calle: ¡que hambre tengo! ¡que hambre tengo!.

Hugo, quien escuchaba mas fuerte el quejido se asomo por la ventana y vio que era un mendigo sentado en la cuneta hacia la calle, pero que miraba intencionadamente  hacia el interior de la cantina. Hugo se sintió triste al ver tanta comida en su mesa y a ese pobre hombre sin nada que comer. Fue así como se excuso con sus acompañantes para ir un momento a la calle.

Cuando salió se dio cuenta que aquel mendigo no se mostro asombrado al verlo. Hugo se acerco y le entrego un trozo de pan con queso y carne y se fue rápidamente.

Al volver a su mesa, volvió a escuchar ¡Que sed tengo! ¡que sed tengo!.

Rápidamente Hugo le llevo un vaso con jugo que recientemente le había llevado el camarero.

Nuevamente cuando regreso a su mesa, otra ves escucho, ¡que frio tengo! ¡pero que frio tengo!.

Muy preocupado por que el hombrecillo tenía fría, salió presuroso y le dio su abrigo.

Ya muy cansado volvió a su mesa, pero otra ves el hombre se quejo y dijo ¡que sueño tengo! ¡Pero que sueño tengo!.

Pero esta ves cuando Hugo intento salir a la calle, Pedro lo detuvo y le dijo, ya es suficiente amigo.

Pero Hugo le respondió; es una persona en apuros y necesita ayuda.

No – dijo Pedro- cuando tenia hambre era una persona en apuros, ahora es un aprovechado que no se cansa. Tú ya has hecho suficiente, y aunque tristemente sea el verlo de esa manera, no es bueno avalar su holgazanería y aprovechamiento.

Fue así como Hugo, aunque triste por no poder ayudar mas, comprendió que entre mas ayuda se le brinda a la gente, estas dependen mas de ti y cuando tu no logras ayudarles sientes como si tus obligaciones no las estuvieras cumpliendo.

 Así que desde ese día se propuso ayudar al nivel en que la dependencia no llegara para que así los otros también lograran por si solos sus metas.

Fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario