Mamá
Anónimo
En un lugar muy
lejano, donde todo sueño se hace realidad, llegaron los sueños de un niño que
aquí les voy a contar.
- ¡Mamá!,
siéntate a mi lado. Anoche tuve un lindo sueño que no puedo dejar de contar,
escucha mamá: quería descansar y descansar y de repente me sentí como si
estuviera flotando. Era una sensación fascinante, pues nunca antes lo había
sentido. Abrí lo ojos y comencé a ver a mi alrededor muchas nubes y varios
caminos y en cada uno había una puerta con un letrero el cual no alcanzaba a leer.
Me fui
acercando, mamá, sentí curiosidad, no sé que me pasaba pero algo me empujaba
hacia allá. Llegué a la primera puerta y decidí tocar, me abrió una señora muy
alta ¿y sábes como se llamaba mamá?, Obediencia, entré, era un salón muy grande
donde había muchas reglas que tenía que cumplir, y así lo hice mamá, recordé
todo lo que tú me dices, fue hermoso. Salí y me encontré con la segunda puerta,
angosta pero muy segura Toqué dos veces, ¿adivina quién me abrió?. Una señora
pequeñita llamada: Responsabilidad, casi no la veo mamá, me tomó de la mano y
me enseñó un laberinto donde podía jugar y a la vez aprendía a ser responsable,
lo pasé divertido, pero me cansé un poco. Salí. Estaba la última puerta, ésta
me llamó mucho la atención por el color y por su decoración y aquí si que sentí
más curiosidad, pues nadie salió a recibirme, adelanté tres pasos y en ese
momento se encendieron muchas luces, era la familia Sinceridad y cada miembro
de la familia me decía frases lindas y sinceras y además me entregaba cada uno
un paquetico que contenía cariñitos y mucho amor, y me dieron la misión de que
los repartiera por todo el mundo ya que hace falta vivir esto entre las
personas, el afecto y mucho amor.
Al salir de
este cuarto sentí que un ángel me cogió de la mano y me dijo: ven te mostraré
quien creó todo lo que acabas de conocer. Caminé con inmensos deseos de saber
de qué se trataba, tenía susto mamá, finalmente llegamos y nos detuvimos frente
a una puerta gigantesca que tenía unas iniciales que casi no podía leer. El
ángel tocó un timbre y la puerta poco a poco se fue abriendo, mi corazón latía
y latía hasta que el ángel me dijo: niño, mira quien está al frente tuyo. Miré
y grité fuertemente: "MAMÁ ERES TÚ", y tú me contestaste: -si hijo
soy yo-. Y el ángel replicó: -es ella la autora de todas las puertas que
tocaste.- Nos abrazamos fuertemente y en ese momento desperté y vi que mi sueño
se hizo realidad. ¿Te das cuenta mamá, por qué no puedo dejar de contar este
sueño?
Fin
Anónimo
No hay comentarios:
Publicar un comentario