Cristian, su atención
y el cuento del dragón
Caroline Kats
Comienza este cuento,
En la época de los caballeros y dragones…
Los caballeros no existen y menos los dragones, sólo existen
charlatanes que se creen bufones.
Bueno siendo así continuo leyendo. Existió una princesa…
¿Una princesa? ¡Qué aburrido! de esas que esperan y esperan
en un castillo.
Yo lo que sé es que tengo que ir al colegio a escuchar al
profe de matemáticas con sus raíces y logaritmos mientras me duermo sobre mis narices mientras escucho de mi respiración
el ritmo.
Yo quiero poner atención pero me aburro y el profe piensa
que me amurro, ni siquiera a este cuento puedo prestar atención aunque lo desee
de corazón.
Que hago querido libro se acabo mi imaginación por jugar con
el play y el exceso de televisión.
Quisiera imaginar que viajo por tierras lejanas y que en
batallas épicas nadie me gana, que peleo mejor que el agente 47,
mejor que ayer, que lucho junto a
la hermosa Lara Croft de tombraider
Pero sólo soy yo Cristian, voy en primero medio y no me
puedo concentrar.
Al día siguiente mi mama me habló y ¡Le puse atención! ¡Hablaba
de mi primo que llegaba de Concepción!
Decía que él era buen estudiante y que me podría ayudar de
ahí en adelante.
Si fuera así sería tan bueno, un poco de ayuda me devolvería
el sueño.
Finalmente llegó el día, y pasaron los meses mi primo
ayudaba en cuanto podía, en verdad era el mejor ¡Por fin podía poner atención!
Llego el momento de las pruebas y trabajos, estudiamos mucho
no hubo tiempo para el excesivo relajo.
Pero al subir las notas poniendo atención ya había más
tiempo para la diversión.
Eso enseña a cualquiera que con ayuda y dedicación se puede
poner atención seas tú mismo, un
caballero o un dragón.
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