domingo, 8 de julio de 2012

Luz de Fuego


Luz de fuego
Patricio Ortega



¡Que felicidad! Otro año se iniciaba y con el, una nueva bebé nacía.

¡Rodolfo!, Margarita dio a luz una hermosa niña, a la cual le pondrá de nombre Luz del Carmen.

 Con los años Luz fue creciendo y también aprendiendo cosas, como amarrar sus cordones, hablar y peinarse sola, pero también aprendió otras que no eran tan buenas como jugar a que fumaba como lo hacían sus abuelos y su papá, aunque Luz nunca lo hiso con fuego ni cigarrillos reales, estabá  muy interesada en aprender aquello que a sus serés queridos les gustaba tanto.

Cuando cumplió seis años , su abuelita le celebro un hermoso cumple años, invito a todos sus amigos, tuvo piñata, gorritos, cornetas y una torta, este ultimo era el mejor regalo, era grande y con muchas frutillas, además tenia forma de princesa, pero le faltaba algo muy importante; las velas.

Después de cantar el cumpleaños feliz, abrir los regalos y jugar con ellos, la fiesta termino, pero Luz quería más y sabia que era lo que lo haría un mejor cumpleaños: aprender a prender un cigarrillo y mostrárselo a su familia.



Así que muy contenta agarro un cigarrillo de su abuelo que estaba en el living y el encendedor que a su abuelita se le había quedado en la cocina tras prender las velas de la torta.

Luz intento e intento prender el dichoso cigarro pero no pudo, hasta que al fin, cuando ya casi se daba por vencida, una pequeña llamita de fuego salió desde el encendedor, pero el fuego no encendió el cigarrillo, sino el mantel que colgaba de un extremo del mesón en la cocina, después la llama alcanzo el mesón en sí, y pronto ya una llamarada se mecía en la cocina quemando todo.

Luz grito y llamo a su mamá, la cual llego corriendo y tras ella sus abuelos y padre. El abuelo la tomó en sus brazos y la saco de la cocina mientras su papá apagaba el fuego con un extintor.



Luz lloraba del miedo y con lagrimas en sus mejillas dijo; perdón Tata, yo prendí el fuego quería un cigarrillo prendido como el tuyo.

El abuelito al escuchar esto se sitió muy mal y comprendió que no era culpa de la niña, sino de él y de todos, al darle esos ejemplos a  la niña.

Luego llego su mamá y papá y le preguntaron si se encontraba bien, a lo cual Luz respondió que sí, pero antes de poderles contar lo sucedido, el abuelo la interrumpió y dijo; fue una vela que quedo encendida sobre la torta.

A Luz la llevaron a dormir, mientras el abuelo les conto a todos la verdad, se sintieron muy tristes y avergonzados, y prometieron ya no darle esos malos ejemplos a Luz y cuidarla más



Al otro día Luz fue donde su abuelo a preguntarle, porque no la había acusado, el respondió; porque te quiero hacer un trato, como es la primera vez que pasa lo guardaremos en secreto y yo a cambio no fumare mas, a esto Luz dijo que si y ya nunca mas jugo con fuego, i quiso prender cigarrillos.

Fin.

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