Ricitos de oro y los tres osos
Anónimo
Sección cuentos clásicos
Erase una vez una tarde , se fue Ricitos de Oro al bosque y se
puso a coger flores. Cerca de alli, habia una cabaña muy bonita , y como Ricitos
de Oro era una niña muy curiosa , se acerco paso a paso hasta la puerta de la
casita. Y empujo.
La puerta estaba abierta. Y vio una mesa.
Encima de la mesa habia tres tazones con leche y miel. Uno ,
era grande; otro, mediano; y otro, pequeño. Ricitos de Oro tenia hambre, y probo
la leche del tazon mayor. ¡Uf! ¡Esta muy caliente!
Luego, probo del tazon mediano. ¡Uf! ¡Esta muy caliente!
Despues, probo del tazon pequeñito, y le supo tan rica que se la tomo toda,
toda.
Habia tambien en la casita tres sillas azules: una silla era
grande, otra silla era mediana, y otra silla era pequeñita. Ricitos de Oro fue a
sentarse en la silla grande, pero esta era muy alta. Luego, fue a sentarse en la
silla mediana. Pero era muy ancha. Entonces, se sento en la silla pequeña, pero
se dejo caer con tanta fuerza, que la rompio.
Entro en un cuarto que tenia tres camas. Una, era grande; otra,
era mediana; y otra, pequeña.
La niña se acosto en la cama grande, pero la encontro muy dura.
Luego, se acosto en la cama mediana, pero tambien le perecio dura.
Despues, se acosto, en la cama pequeña. Y esta la encontro tan
de su gusto, que Ricitos de Oro se quedo dormida.
Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los dueños de la
casita, que era una familia de Osos, y venian de dar su diario paseo por el
bosque mientras se enfriaba la leche. Uno de los Osos era muy grande, y usaba
sombrero, porque era el padre. Otro, era mediano y usaba cofia, porque era la
madre. El otro, era un Osito pequeño y usaba gorrito: un gorrito muy pequeño.
El Oso grande, grito muy fuerte: -¡Alguien ha probado mi leche!
El Oso mediano, gruño un poco menos fuerte: -¡Alguien ha probado mi leche! El
Osito pequeño dijo llorando con voz suave: se han tomado toda mi leche!
Los tres Osos se miraron unos a otros y no sabian que pensar.
Pero el Osito pequeño lloraba tanto, que su papa quiso
distraerle. Para conseguirlo, le dijo que no hiciera caso , porque ahora iban a
sentarse en las tres sillas de color azul que tenian, una para cada uno.
Se levantaron de la mesa, y fueron a la salita donde estaban
las sillas.
¿Que ocurrio entonces?.
El Oso grande grito muy fuerte: -¡Alguien ha tocado mi silla!
El Oso mediano gruño un poco menos fuerte.. -¡Alguien ha tocado mi silla! El
Osito pequeño dijo llorando con voz suave: se han sentado en mi silla y la han
roto!
Siguieron buscando por la casa, y entraron en el cuarto de
dormir. El Oso grande dijo: -¡Alguien se ha acostado en mi cama! El Oso mediano
dijo: -¡Alguien se ha acostado en mi cama!
Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Ricitos de Oro, y
el Osito pequeño dijo:
-¡Alguien esta durmiendo en mi cama!
Se desperto entonces la niña, y al ver a los tres Osos tan
enfadados, se asusto tanto, que dio un salto y salio de la cama.
Como estaba abierta una ventana de la casita, salto`por ella
Ricitos de Oro, y corrio sin parar por el bosque hasta que encontro el camino de
su casa.
Fin
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