La mala nota
Patricio Ortega Ortega
Que terrible
noticia, mamá se enojara conmigo, no puedo mostrarle esto, pensó Agustín cuando
su profesora le entrego la prueba de matemáticas. Un tres, el primero de vida,
nunca había vivido esa experiencia antes, pero de todos modos sabia que no era
nada bueno puesto que había visto a las mamás de sus otros compañeros tristes o
enojadas con veían una nota como esa.
Muy preocupado se
fue a su casa, ni siquiera las canciones en el furgón escolar lo animaban.
Trágicamente para él su furgón se detuvo, ya habían llegado a su casa y para
empeorar todo sus mamá lo esperaba afuera con una sonrisa linda y tierna, ¿Cómo
se va a sentir cuando le muestre esto?, Agustín estaba hecho un lio.
Hola mi amor, lo
saludo su mamá, ¿Cómo le fue hoy día?
Bien mamita,
respondió Agustín con la cabeza gacha. Cuando ya entraron a la casa Agustín no
aguanto mas y se puso a llorar, la mamá muy asustada le pregunto; ¿mi niño que
te pasa? ¿Te hicieron algo en el colegio?
No, dijo Agustín
entre lágrimas, me fue mal en la prueba de matemáticas mamita, y continúo
llorando.
Pero hijito, es
normal que a veces nos saquemos malas notas, no nacemos sabiendo y las
matemáticas son un poco complicadas.
Pero a mis
compañeros les fue bien, me saque un tres.
Bueno hijo, me
alegro que a tus compañeros le halla ido bien, pero quien me importa mas eres
tu, y si te sacaste una mala nota no es el fin del mundo, a todos nos pasa, además
lo importante es aprender de estas cosas, e intentar que en la otra sea mejor.
Pero, ¿ya no me vas
a querer?, si me saco un tres es que soy burro.
Nada de burro
Agustín, eres un niño inteligente, y aunque la nota fuera un cero, yo te
seguiré queriendo, porque sé que has puesto todo tu empeño para hacer lo mejor.
Ahora sequemos esas
lagrimas y estudiemos un poquito para que el numero suba, pero antes quiero una
sonrisa y un beso ¡muak!
Fin.
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